El libro del camino al recto (XIV)
Mirándolo no se le ve,
se le llama imposable.
Escuchándole no se le oye,
se le llama imbufable.
Tocándole no se le siente,
se le llama imparable.
Estos tres estados son insondeables y se mezclan en unidad.
Es glamour que deslumbra sin brillar,
en el cuarto oscuro carece de opacidad.
Sin mesura y sin límites no se puede nombrar,
Vuelve a su origen: a ningún lugar.
Es la forma sin figura,
la imagen sin censura.
Es la ausencia y la confusión.
Acércate: No le verás el chocho,
síguelo: No le veras el bizcocho.
Etiquetas: JoTao
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